Los principales índices de Estados Unidos han experimentado un fuerte rebote que ha terminado con siete jornadas consecutivas de pérdidas mientras que la volatilidad se ha ido reduciendo a lo largo del día.
En la jornada se publicó un buen dato de órdenes de bienes duraderos y salieron a la luz las declaraciones de un e un alto funcionario de la Reserva Federal asegurando que la decisión sobre el primer incremento de los tipos de interés desde 2006 en septiembre cada vez es "menos convincente". Con todo esto, los inversores han vuelto a decantarse por la renta variable, aunque la inestabilidad aún se percibe en el mercado.