El aumento de exposición al Nikkei japonés y la apertura en Campari han sido los únicos cambios estratégicos que nos hemos animado a realizar en la semana. Y ambos se concretarán el lunes.
Ya hace varias semanas que venimos advirtiendo que la renta variable está atrapada en lo que el lenguaje técnico denomina lateral: un movimiento que se produce entre un cierto soporte y la siguiente resistencia, sin llegar a romper ninguno de los dos. Parecía que el conflicto de Crimea, los temores a que EEUU suba los tipos antes de lo esperado o los malos datos macroeconómicos que se han publicado en algunos países, especialmente en China, iban a inclinar la balanza hacia el lado de los bajistas. Pero a los osos les ha faltado convicción. Sobre todo en Europa, ya que son los mercados del Viejo Contienente son los que han protagonizado las mayores alzas en esta semana, pese al poco apoyo que ha recibido de Wall Street.