La subida del IPC en julio fue mayor de lo esperado en EEUU, y deja el cómputo general en el 3,6%, frente al 3,3% esperado. ¿Podrá la Fed seguir con su plan de mantener los tipos en mínimos hasta 2013? Wall Street cede con fuerza.
El consenso de expertos que recoge Bloomberg esperaba que el IPC estadounidense arrojara un crecimiento del 0,2% en julio. Pero, al final, la cifra se ha ido al 0,5%, sobre todo por efecto de la subida de precios en alimentos y energía. Y ha dejado el cómputo global en el 3,6% actual, mientras que se esperaba que cayera al 3,3%.
Son malas noticias obviamente para la población, por la pérdida de poder adquisitivo que conllevan los repuntes del coste de la vida en un momento de paro creciente y enfriamiento salarial. Pero lo son también para la Reserva Federal (Fed), ya que ponen en peligro su plan de mantener los tipos de interés en su mínimo histórico hasta mediados de 2013.
De hecho, la reacción vista en el euro/dólar deja claras las dudas del mercado. Si el banco central se ve obligado a subir los tipos, presionará al alza al dólar, y de hecho en este momento el billete verde cae con fuerza contra su homólogo europeo.
Por su parte, Wall Street, tras la publicación de éste y otros malos datos macroeconómicos, como las peticiones de subsidios de desempleo, que se incrementaron más de lo esperado, abrió con fuertes descensos: el Nasdaq, sin ir más lejos, pierde un 3%.