Google se viste de Apple
El nuevo NexusOne de GoogleHay una enorme expectación en el mundillo tecnológico y en Wall Street ante la esperadísima presentación de Nexus One, el móvil de Google, que tendrá lugar esta tarde. Una expectación que sólo otra compañía había sido capaz de generar con el lanzamiento de su productos: Apple, naturalmente.
Es decir, Google (GOOG.NQ) no sólo quiere competir en el mercado de la empresa de Steve Jobs, mucho más allá del negocio de buscadores (el pasado), sino que quiere hacerlo con sus mismas armas.
La gran cuestión es si será capaz de hacerlo, es decir, si la presentación estará a la altura de lo que se le exige habitualmente a Apple... pero sin ser Apple -cuya experiencia le permite manejar estos acontecimientos con maestría-, lo cual lo hace mucho más complicado. Y más todavía cuando Google está disparada en bolsa. Es decir, una decepción puede ser letal para sus accionistas.
Jim Goldman, jefe de tecnología de CNBC, cree que la mera presentación del smart phone de Google no basta llegados a este punto. La excitación que la propia Google está alimentando requiere mucho más. Y ahí es donde entra la cuestión del precio.
A juicio de Goldman, es seguro que el teléfono será intuitivo, ingenioso, bonito, abierto a múltiples aplicaciones, y cool (o sea, molará). Y es posible que también anuncie algún acceso libre a contenidos multimedia en la red, como iTunes. Pero para que este teléfono sea realmente rompedor, hace falta que tenga un precio excepcionalmente bajo y que esté liberado, opina.
¿Cómo hacer eso? La respuesta pasa por cambiar totalmente el modelo de negocio actual de la telefonía. En vez de que las operadoras subvencionen los teléfonos a cambio de que los clientes firmen contratos draconianos de permanencia y consumo, tendrían que estar subvencionados por la propia Google. Es obvio que la compañía puede permitírselo con una caja de miles de millones de dólares. Ha habido muchas especulaciones recientemente sobre el destino de ese dinero, y la mayoría de los expertos cree que va a usarlo para una agresiva estrategia de adquisiciones de empresas.
Pues bien, la subvención del móvil encajaría en ese plan, y le serviría para hacerse con una cuota relevante en el mercado de móvil en un momento en que el buscador intenta disparar su crecimiento en el nuevo mercado de los anuncios en los smart phones (Goldman insinúa que es la verdadera razón del lanzamiento). Y los operadores estarían encantados también porque no tendrán que hacer frente a esas costosas subvenciones sin renunciar a la recompensa del aumento de ingresos por el tráfico de datos.
Según Goldman, si Google elige este camino, los consumidores se lanzarán masivamente a por su idea, y lograría poner patas arriba el mercado. Los fabricantes y los creadores de contenidos se harían con el poder real, mientras que las operadoras serían relegadas al asiento trasero. De hecho, es posible que Google llegue a incluir una Wi-fi gratis en cada teléfono, lo que reduciría todavía más la dependencia de la operadora. Además, rompería el mercado porque muy pocas empresas serían capaces de responder a esta estrategia. De hecho, sólo una: Apple.
Goldman también deja volar aquí su imaginación y lanza la idea de un iPhone liberado con el que se pueda elegir a la operadora sin compromisos de consumo ni permanencia. Apple también tendría que subvencionar su teléfono y, en este caso, lo que Google obtendría con los anuncios Apple lo ganaría expandiendo el ecosistema Mac-iTunes-App Store. Un iPhone liberado y subvencionado aceleraría la penetración de Apple como nunca se ha visto, lo cual es muchísimo decir a la vista de hasta dónde ha llegado la empresa.
Volviendo al mundo real, habrá que ver lo que hace hoy Google y cómo reacciona el mercado. Es posible que, en vez de luchar con ella con sus propias armas, le esté haciendo el análisis de mercado a Apple, que aprenderá de los aciertos y los errores de su nuevo rival. Es decir, que aunque hay mucha expectación, Google se juega muchísimo hoy. Y posiblemente tiene más que perder que que ganar.