A pesar de que el dólar sigue perdiendo fuelle, hoy las pérdidas han tomado la práctica totalidad de los recursos básicos. Los precios están corriendo mucho, y en algún momento tenían que llegar las recogidas de beneficio.
La relajación de los temores sobre la estabilidad de la deuda de la eurozona ha propiciado que algunos inversores hayan sacado su dinero de refugios como los metales preciosos y hayan aprovechado el renovado tirón de la renta variable de la región.