Ya es tradición que los meses de agosto sean moviditos para la bolsa. Y éste no iba a ser menos. La pérdida de soporte de los 9.000 puntos del Nikkei el martes fue sólo el primer aviso: los bajistas tienen ganas de asentarse en el mercado. Pero hay esperanza y llega de Wall Street. Por eso, no es momento aún de tomar decisiones drásticas. El mercado está en un limbo y e incluso podría seguir así, aunque corrija un 5% más.
Es cierto que los alcistas aún no han desaparecido del mapa. Basta recordar que tanto el Dow Jones como el S&P500 están aguantando sus soportes y los mercados europeos han amanecido rebotando esta mañana, aunque luego reencontrarse con las pérdidas.