El año 2009 será el año en el que las consecuencias políticas del credit crunch, o crisis crediticia, van a ser vistas y percibidas, mientras la crisis económica global empieza a traducirse en una creciente inestabilidad política, según el informe de Riesgo Político presentado hoy en Madrid. Además, a diferencia del año pasado, los países con riesgo bajo también ven cómo su riesgo político empeora.
Europa también se ve afectada por este empeoramiento económico y político generalizados incluyendo en el mapa de riesgo político a Estonia, Grecia, Hungría, Islandia, Lituania, Eslovaquia o Eslovenia.
El informe, realizado por la división de Seguros de Crédito y Riesgo Político de Aon junto con Oxford Analytica, muestra la situación política de más de 200 territorios de todo el mundo, indicando el tipo de nivel de riesgo político de cada país o mercado. "La principal conclusión del mapa de este año es que la estabilidad política es la próxima víctima del credit crunch", aseguró el director de Relaciones Institucionales de Aon, Pedro Tomey. "A lo largo de 2009 se comenzarán a apreciar las consecuencias políticas de la situación de desorden financiero internacional", añadió.
Países en desarrollo
"Los riesgos políticos afectan a los países en desarrollo y el mapa refleja el desborde de la crisis financiera internacional, que afecta directamente a estos países", explicó un miembro del Consejo Asesor de Aon, Javier Valero. "Ahora va todo a peor, porque la crisis financiera ha afectado a los países en desarrollo y las inversiones privadas en dichos países van ahora a los países más desarrollados", añadió.
"Además, las bolsas caen porque el inversor prefiere invertir en países que conoce más o desinvertir y quedarse en liquidez, y porque la bajada del consumo afecta al precio de materias primas y exportan menos", aseguró. "Tienen un deterioro económico importado", manifestó Valero.
De un problema económico a otro político
"Una de las principales novedades es que la palabra 'económico' no aparece en el título, hemos decidido eliminar el icono económico del mapa porque hemos pensado que el impacto de la actual crisis económica mundial es tan grande que este icono perdería significado", explicó el director de Aon Credit, José María Segón. "A pesar de esto, el riesgo económico es el impulsor de los riesgos políticos que hemos observado", señaló.
"El credit crunch está pasando de ser un problema económico a un problema político, con un malestar que se extiende a todos los niveles como, por ejemplo, en Lituania, donde se manifestaron hasta 10.000 personas en contrra del Gobierno por el malestar existente", anotó.
Según también detalló que el mapa es una instantánea que permite seguir y comparar la evolución de los distintos mercados y países y resaltar los cambios que suceden en el mundo, y aseguró que el riesgo político, por naturaleza, es volátil y, así como el entorno está cambiando, el mapa es una herramienta de análisis con la cual evaluar las diferencias y decidir los planes de contingencia a elaborar.
El ejemplo islandés
"Como parte de nuestro análisis, hemos estudiado los iconos de riesgos específicos que son transferencias, huelgas, terrorismo, riesgo de impago soberano e interferencias políticas" entre otros, recalcó Segón. "Hay 13 países que han percibido una mejora y 18 que han percibido un empeoramiento", señaló y afirmó que, en Europa Occidental, "Islandia es un caso paradigmático, es el primer Gobierno que dimite a causa de una crisis, y aunque ha experimentado un devastador colapso económico no es el único país europeo en esta situación", aseguró Segón, quien manifestó que también se han realizado manifestaciones populares en Estonia, Lituania, Letonia y Grecia.
El informe también concluye que los países que tienen una fuerte dependencia de las exportaciones de sus commodities, o materias primas, mantienen una mayor exposición a los posibles riesgos políticos y económicos, consecuencia de la gran volatilidad del precio de dichas materias primas. Por último, se señala que el recurso nacionalizador sigue estando presente en este año, lo que supone un motivo de preocupación para los inversores internacionales.
