El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha asegurado hoy desde Davos que el programa de compra de bonos soberanos, el denominado OMT, permanecerá activo "tanto tiempo como sea necesario" y añadió que la política "acomodaticia del BCE" ayudará a la economía de la Eurozona.
Draghi defendió también que el programa LTRO, los préstamos ilimtados a 3 años de la banca, ayudó a evitar un colapso del crédito y los mercados tienen "una nueva sensación de relativa tranquilidad". Además, destacó que las condiciones de financiación han mejorado sustancialmente.
El italiano aseguró que el pasado 2012 fue un "año, cuanto menos, interesante" y que fue el año en que el euro fue relanzado. Eso sí, advirtió que es demasiado pronto para declararse satisfecho.
En cuanto a la economía de la Eurozona, Draghi aseguró que todavía es necesario ver una mejora, pero que espera que la recuperación llegue a finales de año. Asimismo, cree que 2013 es el año para poner planes en marcha y deben continuar las reformas estructurales.
En cuanto a los programas de consolidación fiscal que están llevando a cabo países como España, el presidente del BCE cree que es "inevitable", aunque reconoció que esta consolidación es "contractiva" y es necesario buscar fórmulas para mitigar sus efectos.
Con todo, defiende que anticipar el grueso de la consolidación tiene beneficios y que dudar de estos programas puede ser "muy costoso".
Draghi reconoció "progresos extraordinarios de los gobiernos en consolidación fiscal y en las reformas estructurales, cuyos frutos se ven ya en los diferenciales, en la competitividad, las posiciones fiscales y cuentas corrientes, que son mejores".
El presidente de la institución también recordó las medidas que adoptó el BCE el año pasado como el recorte de los tipos de interés tres veces -25 puntos básicos cada vez-, la relajación de los requisitos mínimos que exige a los activos que los bancos presentan como garantía para lograr financiación y las dos inyecciones de liquidez a largo plazo.
El presidente del BCE añadió que el reto estratégico para este año para la zona del euro es "superar la fragmentación que todavía permanece" en los mercados financieros y de capital, que hace que las empresas y los hogares de los países europeos tengan diferentes condiciones de financiación.