
Los sindicatos convocantes de la huelga en el sector público -CCOO, UGT y CSI-CSIF- cifraron en el entorno del 75% la participación en el paro, cifra que consideraron un éxito, y aseguraron que la convocatoria va cumpliendo sus objetivos. Por su parte, el Gobierno ha señalado que la huelga ha sido secundada por un 11,85%.
Concretamente, tanto CCOO como UGT calcularon que el seguimiento de la huelga se ha situado en el 75%, mientras que desde CSI-CSIF estimaron que la cifra se sitúa entre el 60%y el 70%.
Así lo precisaron en declaraciones a las puertas del Ministerio de Economía y Hacienda, donde se encontraban varios miles de personas para protestar por la rebaja salarial del 5% que el Gobierno ha impuesto a los funcionarios entre las medidas para reducir el déficit.
Las cifras del Gobierno son otras. En su tercera rueda de prensa a lo largo del día la secretaria de Estado de la Función Pública, Consuelo Rumí, destacó que en este porcentaje no se incluye al personal que está cubriendo los servicios mínimos. En este sentido, destacó que es la primera vez que el Gobierno excluye los servicios mínimos del cómputo total, dentro de la Administración General del Estado, y que lo ha hecho a petición sindical.
A primera hora de la mañana, la responsable de la Función Pública fijó en una media del 15,94% el seguimiento de la huelga durante el turno de noche, mientras que al mediodía rebajó al 11% el seguimiento del paro en la Administración central. Rumí destacó que la huelga se ha desarrollado sin incidentes significativos.
Una participación "importantísima"
En primer lugar, el secretario general de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Julio Lacuerda, aseguró que la participación está siendo "importantísima" y afirmó ser consciente de que los sindicatos se están enfrentando "a una pelea de datos con el Gobierno". Al respecto, advirtió al Ejecutivo de que "haría mal entrando en esa guerra", pues "hay un malestar profundo" entre los empleados públicos, "mayor del que se está manifestando hoy en la calle".
Lacuerda, que se mostró convencido del "éxito profundo" de la convocatoria de hoy, definió esta huelga de los empleados públicos como una "huelga de dignidad", pues quienes la han secundado saben que la decisión del Gobierno de recortar sus salarios es irreversible.
"Pero han querido mostrar su absoluta desaprobación secundándola, es una huelga de dignidad", resumió Lacuerda, quien afirmó que él hubiera preferido que el Gobierno subiera los impuestos un 5% a quitarle una peseta de su salario.
El representante de UGT, que destacó que se están cumpliendo los servicios mínimos, negó que el paro en la Función Pública esté siendo un "ensayo" de la huelga general en toda España que podrían convocar los sindicatos en caso de que se aprobara una reforma laboral lesiva para los trabajadores.
El aviso para el Gobierno
Por su parte, el secretario general de FSC-CC.OO., Enrique Fossoul, manifestó "cierta ilusión" por el seguimiento de la huelga, ya que "supera las expectativas iniciales". "Como hace mucho tiempo que no se convocaba una huelga en el sector público (desde 2002), no se sabía qué capacidad de convocatoria se iba a tener, pero el resultado ha sido positivo", afirmó.
Como el resto de los convocantes, Fossoul advirtió de que "el Gobierno dirá que el seguimiento es menor", a lo que añadió que "para eso lo pagan". "No hay huelga en la que patronal y sindicatos coincidan en las cifras de participación", insistió para añadir que, en cualquier caso, "eso en definitiva es sano".
Por otro lado, el representante de CC.OO. insistió en que el recorte de salarios de los funcionarios no es la salida a la crisis y recordó que el Gobierno ha tomado estas medidas "no porque hayan venido impuestas desde fuera, sino porque ha querido".
Reducir el déficit
"Sólo le han dicho que tenía que reducir el déficit. Hay otras alternativas", argumentó Fossoul, quien recordó al presidente Zapatero que no serán los mercados los que voten en las próximas elecciones, sino los ciudadanos.
Preguntado por si este paro es la antesala de la huelga general que podría convocarse en España por la reforma laboral, Fossoul indicó que la última palabra para que se produzca dicha movilización la tiene el Gobierno y, en este sentido, le instó a presentar ya el documento de reforma laboral.
Por último, el presidente nacional de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-CSIF), Domingo Fernández, se mostró "satisfecho" con el resultado de la participación en el paro.
Según dijo, los sindicatos no se habían puesto un tope de seguimiento conscientes de que "en un sector así hacer una huelga no es sinónimo de paralizar el país", pero destacó que, en cualquier caso, se está haciendo "un testimonio de la indignación que sienten los empleados públicos ante las medidas del Gobierno".