El anteproyecto de Ley de Cajas de Ahorros y Fundaciones bancarias, elaborado por el Ministerio de Economía, es bueno, pero mejorable. La nueva ley, que podría entrar en vigor a finales de 2013, irá por la línea del consenso y se prevé que se mejorará durante los trámites parlamentarios. De momento, el sector ya ha anunciado que presentará alegaciones por la incompatibilidad de cargos y el fondo de reserva.
Unicaja, la principal entidad financiera con sede en Andalucía, junto con Caixabank, Kutxabank, Ibercaja y, probablemente, Liberbank y Mare Nostrum, se transformará en fundación bancaria y quedará sujeta al régimen jurídico prevista en esta ley y, con carácter supletorio, a la normativa general de fundaciones.
La nueva ley de cajas no contempla un límite superior a las retribuciones de los directivos, pero, sin embargo, obliga a las entidades a presentar ante el Banco de España, que lo controlará todo, un informe anual sobre su gobierno corporativo.
En las fundaciones, la condición de patrono será incompatible con el desempeño de cargos equivalentes en la entidad bancaria de la cual la fundación bancaria sea accionista, o en otras entidades controladas por el grupo bancario. Los patronos ejercerán sus cargos gratuitamente sin perjuicio del derecho a ser reembolsados de los gastos debidamente justificados que el cargo les ocasione en el ejercicio de su función.
Sobre incompatibilidades, parece incongruente y poco práctico que el presidente de la entidad que controla el 100 por cien de Unicaja Banco, no esté en la Fundación. ¿Se imaginan ustedes a Emilio Botín, sin capacidad de decisión en su propio banco?
Según el texto actual del borrador de ley, los patronatos de las fundaciones tendrán hasta 20 miembros. De ellos, la representación de las administraciones públicas y entidades y corporaciones de derecho público no podrán tener una presencia superior al 25 por ciento. Este porcentaje, no obstante, les garantiza aún una cierta influencia sobre el banco que controla la fundación.
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