Prisa: Sólo por encima de 3,50 euros podríamos hablar de suelo a corto
La curva de precios de Prisa viene desarrollando una clara tendencia bajista a lo largo de los últimos meses que, de momento, no tiene visos de variar de signo pese a que las divergencias triples en diversos osciladores advierten de que un suelo a corto podría estar cercano.
Esas divergencias son un primer aviso de que la caída podría estar agotándose y advierten de que la sobreventa ya comienza a ser tan elevada que podría estar más cerca un rebote, que sirva para ajustar parte del último y fuerte movimiento bajista, que una continuidad bajista severa. Precisamente este movimiento a la baja, perfectamente visible en meses tal y como pueden ver en el gráfico adjunto, es el que nos interesa ahora, concretamente el que tuvo su inicio en los 11,85 euros y que, de momento, ha llevado al título a marcar recientemente mínimos en los 2,49 euros.
¿Qué debe hacer el precio para confirmar algo alcista?
Las divergencias triples en los osciladores y el hecho de que podamos contar ya siete meses de registro bajistas no son suficientes para poder cancelar las posibilidades de seguir asistiendo a una continuidad bajista. El precio, que es el que manda, debería formar algún tipo de estructura alcista para que podamos confiar que un eventual rebote puede ser sensible y, sobretodo, sostenible más allá de un par de semanas.
En este sentido, cabe señalar que solamente si la presión compradora logra que Prisa supere resistencias que aparecen en los 3,50 euros, que son los máximos del mes de noviembre, podríamos favorecer el inicio de ese ajuste antes señalado. Si eso ocurre podríamos hablar de suelo a corto - medio plazo en los mínimos establecidos en la caída, actualmente en los reseñados 2,49 euros, y favorecer un rebote que solamente que sirva para ajustar un 38,20% de la caída descrita, habilitaría ver a la cotización de Prisa en los 6 euros, si bien en los 4,75 - 5 euros existe un área de resistencia muy importante que no puede pasar desapercibida. Ese rango coincide con los mínimos del año 2003 y su pérdida semanas atrás provocó que Prisa entrara en caída libre absoluta.
