Tercera jornada de descensos para el principal índice de la renta variable europea. En principio, un perfecto pull-back desde la que es la directriz bajista del futuro del índice. Situación de corto plazo: Hemos hablado de un ajuste hacia los 2.810 puntos como lógico, normal y razonable y lo seguimos haciendo. Prestar atención excesiva a la directriz bajista de corto plazo puede ser pasar por alto la ruptura de la línea de tendencia de corto plazo, su resistencia asociada, y sobre todo el hecho de que los precios hayan desplegado determinados patrones de vuelta -en doble suelo (s1s2) y pauta envolvente- en zona de soporte creciente crítico en tendencia. Pues sólo bajo los mínimos marcados en la zona de los 2.700 puntos, queremos insistir de nuevo en ese reiterado mensaje, podríamos hablar de un techo adicional y relevante más allá del corto plazo; por confirmación de patrón de vuelta en cabeza y hombros (hch?). Lejos de ver el descenso de estos tres días, a priori, como una vuelta atrás significativa y potencialmente bajista, entendemos que el movimiento de recaída es un pull-back a la zona de antigua resistencia clave, que superada ahora ofrece primer soporte para la formación de un patrón de vuelta más complejo y también alcista, de tipo cabeza y hombros invertido (hchi?), que requiere de la superación de los 2.900 puntos. En tal caso, vuelta a máximo del año. Entre 2.700 y 2.900 está, por tanto, el juego más allá del corto plazo. Situación tendencial: El índice mantiene una estructura lateral-alcista de medio plazo dentro de una continuidad del movimiento alcista de fondo que siempre hemos considerado lo más probable aunque pasa por la ruptura de las resistencias que se concentran alrededor de los 3.100 puntos. Manejaríamos un escenario negativo en caso de ruptura de los mínimos de marzo. Revisión estratégica: zona óptima para la aplicación de la operativa euroStoxx 50 que tenemos en la tabla de seguimiento si se acepta un stop loss bajo los 2.700 puntos.